Ha vuelto a casa tras otra jornada de trabajo agotadora,
cada vez hay más pedidos y los turnos alcanzan las doce horas; por lo menos le
pagan las horas extras o se supone que se las pagaran… algún día.
Todo el día calibrando casquillos, cuando llega
a casa calcula sin querer el diámetro de todas las cosas, hasta de la cabeza de
su mujer. Normalmente las niñas no están, pero hoy con la nevada no han salido
de casa. Al final ha sido peor las tres mujeres han intentado mantener una
conversación pero él estaba ido, su mente le daba vueltas a otra cosa. En
realidad no ha podido pensar en otra cosa desde que contempló esas imágenes del
telediario.Seguir leyendo...
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